¿Te gustaría poder aliviar un dolor solo usando tu mente y la ayuda de tecnología? ¡Sería algo maravilloso! La biorretroalimentación es un tipo de técnica que te permite hacer cambios pequeños en tu cuerpo con la ayuda de diferentes prácticas y elementos, para lograr grandes resultados en tu organismo. Recuerda que esta técnica es realizada bajo la supervisión de un especialista.
Conoce qué es la biorretroalimentación y cómo te ayuda a controlar algunas funciones corporales.
La biorretroalimentación es una técnica con la que puedes aprender a usar tu mente y cuerpo para tener el control de funciones fisiológicas como la frecuencia cardíaca y la respiración. En ella, te conectan a sensores eléctricos en partes diferentes del cuerpo que tengan contacto con la piel para conocer la respuesta e información de tu organismo; por esto se dice que es una terapia en la que eres un sujeto activo, pues estás participando de manera consciente y viendo los resultados de tu cuerpo en tiempo real.
La biorretroalimentación o bioautorregulación, pretende incrementar la conciencia y el control que tienes sobre algunas funciones corporales para recuperarte de una lesión, enfermedad o disminuir el estrés. Para poder llevar a cabo la biorretroalimentación una persona capacitada, conectará a tu cuerpo electrodos para medir algunas funciones que podrás ver en una pantalla. Una vez empiece la terapia escucharás y verás una señal de tu avance.
Tipos de biorretroalimentación:
De acuerdo a tu condición, el terapeuta te indicará qué tipo de biorretroalimentación es la indicada para ti. Estas son las clases:
- Temperatura: Los electrodos se ubican en las manos o pies para medir la circulación de la sangre hacia la piel. Si el monitor indica un valor bajo podrías incorporar técnicas de relajación, pues la temperatura disminuye con el estrés.
- Respiración: En esta técnica los parches se ubican alrededor del pecho y abdomen para medir y controlar la respiración.
- Ondas cerebrales: Aquí los sensores están en el cuero cabelludo para controlar las ondas del cerebro.
- Frecuencia cardíaca: En este caso los sensores se ponen en los dedos o en los lóbulos de la oreja, con el fin de detectar cambios en el volumen de la sangre y medir la frecuencia cardíaca.
- Actividades de las glándulas sudoríparas: También se ubican en los dedos o en las palmas de las manos, para medir la transpiración en la piel que podría indicar ansiedad.
- Contracción muscular: Aquí se ubican en los músculos esqueléticos, como si te estuvieran haciendo una electromiografía, y así controlar la actividad eléctrica que genera la contracción muscular.
Puede ayudarte con condiciones como:
- Dolores crónicos
- Fibromialgia
- Dolor de cabeza
- Asma
- Presión arterial alta
- Efectos secundarios de la quimioterapia
- Ansiedad o estrés
Este tipo de terapias han demostrado resultados positivos para la salud, pues no son invasivas ni requieren medicamentos, sin embargo, deben ser recomendados siempre por un médico y administrados por un personal capacitado para tal fin. Puedes consultar con tus entidades de Salud y Medicina prepagada para revisar si tienen estos servicios.