Consejos para evitar la fatiga muscular

 

 

Si has seguido nuestra recomendación de aumentar tu actividad deportiva pensando en tu salud física y mental, y ahora dedicas un espacio en tus días para moverte, ¡felicitaciones! Estás regalándote tiempo de calidad, sin embargo, es posible que hayas experimentado cansancio o falta de fuerza para continuar con tus rutinas de ejercicio. Te contaremos qué puedes hacer y algunos consejos útiles para evitar la fatiga muscular

 

¿Qué es la fatiga muscular?

 

Si aún no estabas familiarizado con este término, ¡es sencillo! La fatiga muscular es la ausencia de la fuerza para seguir practicando una actividad, puede ser total o parcial. Puede manifestarse como cansancio en los músculos pero a la vez puedes percibir cambios en tu estado de ánimo. Esta fatiga no solo afecta tu rendimiento físico, sino también, tu sistema nervioso, debido a que cuando se repite un movimiento se satura el músculo y, además, el cerebro.

 

Posibles causas de la fatiga muscular:

 

– Realizar el mismo ejercicio por más tiempo del indicado.

– No dormir las horas suficientes.

– Deshidratación.

– Los alimentos que consumes  antes de entrenar

– Realizar ejercicio en ayunas 

– hábitos como el cigarrillo y las bebidas alcohólicas 

– Alimentación desequilibrada.

– Bajos niveles de calcio.

– Disminución de algunas vitaminas. 

– Baja oxigenación

 

Te recomendamos que cuando vayas a iniciar una rutina deportiva por primera vez, lo consultes con tu médico para que evalúe tus condiciones y, de ser necesario, te acompañe un instructor o entrenador, así evitarás lesiones o ejercicios que pongan en riesgo tu salud.

 

¿Qué puedes hacer para prevenir la fatiga muscular?

 

 

Estas son algunas recomendaciones generales para evitar la fatiga muscular:

 

  • Duerme bien, lo recomendado son entre 7 y 8 horas diarias, esto varía según cada persona. Durante el sueño los tejidos musculares y el sistema nervioso se regeneran.
  • Alterna tus entrenamientos, así evitarás sobrecargar los músculos y facilitarás su recuperación. Puedes variar entre ejercicios de mucha intensidad, con otros que favorezcan al fortalecimiento y estiramiento como pilates o yoga. Te invitamos a leer también nuestro artículo: Dile “no” al sedentarismo.
  • Mantente hidratado, puedes hacerlo con agua o bebidas que te ayuden a recuperar la energía. Recuerda hacerlo antes, durante y después de la práctica. Si no tomas suficiente líquido, tu cuerpo deberá regular la temperatura corporal usando una energía extra, que se refleja en fatiga muscular.
  • ¡Dile “sí” a los carbohidratos! Recuerda que el cuerpo necesita energía para hacer cualquier actividad. Si no hay un consumo suficiente de hidratos de carbono, habrá deficiencia de glucosa, que llevará a la fatiga muscular. No tienes que consumirlos en exceso, la clave de todo está en el equilibrio. 

 

Después del entrenamiento:

 

  • Estira muy bien, incluso antes de entrenar para calentar los músculos, y después de cada actividad física, para relajarlos.
  • Consulta con tu médico o entrenador qué pomada o aerosol puedes utilizar para darle una sensación de relajación a tus músculos.

 

Recuerda que lo más importante es que disfrutes cada actividad que estás realizando, sin sobrecargar tu cuerpo o generar lesiones. Solo tú sabes cuál es tu límite y hasta dónde puedes llegar, no necesitas practicar muchas horas de ejercicio para estar en forma, basta con hacerlo unos minutos al día y ser constante con tu práctica.

 

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