Nuestro cuerpo es maravilloso y está perfectamente diseñado para que nos movamos la mayor parte del día: desde caminar y bailar, correr, montar en bicicleta o practicar cualquier deporte o actividad física que nos apasione. Por eso, desde ARATI queremos compartirte todos los beneficios de incluir el ejercicio en nuestras rutinas diarias, además de las diferentes formas que existen para mantenernos activos. ¿Comenzamos?
Beneficios del ejercicio
Los beneficios del ejercicio ¡son muchos! No importa el momento de vida en el que decidas iniciar una rutina de actividad física o un deporte, recuerda que no solo te mantendrá en forma sino que tendrás el ánimo arriba y verás los beneficios en tu salud y calidad de vida. Cada ejercicio y cada persona tendrá un objetivo para comenzar a realizar un deporte o actividad física: tonificar, controlar el peso, o aumentar la masa muscular, hasta lo más esencial e importante que es cuidar la salud de tu corazón, reducir el riesgo de osteoporosis, mejorar la memoria, combatir infecciones y fomentar un buen descanso. Definitivamente, ¡hay tantos beneficios cómo imagines!
Recomendaciones previas al planear actividades físicas
Antes de decidir cuál actividad o deporte deseas iniciar o retomar, ten en cuenta que será un camino que te retará todos los días, pues cualquier práctica o actividad física necesita de disciplina, motivación y sobre todo, una excelente actitud para que puedas disfrutar de todos los beneficios que te mencionamos anteriormente. Así que, sigue leyendo y disfruta de nuestras recomendaciones.
Define las metas:
¡Ningún deportista nunca logró correr 30 kilómetros el primer día! Por esta razón, nuestra primera recomendación para ti es que te pongas metas a corto plazo, y vayas aumentando la intensidad de los ejercicios poco a poco. Esto hará que te sientas más comprometido y que mantengas la constancia con cualquier programa o rutina física que desees probar. Sin embargo, ten presente que estas actividades deben adaptarse a tus propias capacidades y a lo que desees lograr.
Crear el hábito:
¡La fase más importante! Dicen que se necesita de 21 días para crear un hábito, pero la realidad es que solo tú sabes cuánto tiempo requieres para que esa actividad que tanto disfrutas se convierta en parte de tus rutinas diarias. No tienes por qué acelerar tu proceso, siempre que vayas a tu ritmo, te sientas bien y disfrutes los resultados. Cuando pienses en desistir, recuerda por qué comenzaste.
Escuchar al cuerpo:
A veces el cuerpo pide movimiento, y en otras ocasiones, pide descansar, ¡cualquiera de las dos peticiones escúchalas y obedécelas! Es súper importante que seas consciente cuándo puedes y cuándo definitivamente es mejor tomar un reposo. Presta mucha atención a las reacciones de tu cuerpo después de finalizar una rutina física, esto te dará una idea de si debes dar menos o puedes dar más.
Diversificar los ejercicios:
No hay nada mejor que probar de todo, aplica para recetas, viajes, programas de televisión y también para rutinas de ejercicio. No te limites y explora diferentes formas de mover tu cuerpo, esto te ayudará a trabajar diferentes áreas y obtener múltiples beneficios. Según tu condición física y lo que un especialista te indique, es importante entender que hay tipos de ejercicios en los que podemos encontrar prácticas de fuerza, cardio, flexibilidad, equilibrio, etc.
Actividades físicas y recreativas recomendadas
Si supieras todas las actividades que existen en el mundo que pueden ayudarte a estar saludable, sin que esto signifique un sacrificio para ti, seguramente, te quedarías sin tiempo en tu agenda porque querrás practicar varias de ellas. Desde una caminata con buena compañía, estiramientos antes de dormir o la práctica de yoga, hasta excursiones, talleres de cocina y juegos que te pondrán más activo que nunca. ¡Conozcamos algunos de estos ejercicios!
Actividades físicas para adultos mayores:
Entre las actividades físicas para lograr «La buena Edad» que más se destacan, logramos encontrar una lista amplia que quisimos resumir y traerla para que puedas elegir la que más te guste y mejor se adapte a tu estilo de vida.
Actividades aeróbicas:
Si estás buscando ejercicios de media o baja intensidad, las ejercicios aeróbicos son perfectos para quienes quieran empezar una rutina física y darle un giro a su cotidianidad. Son actividades que te ayudarán a aumentar la resistencia y a mantenerte en forma, en pocas palabras: ¡quemas calorías mientras te diviertes!
Caminata:
¡Harán muy feliz a tu corazón y capacidad pulmonar! Son entretenidas y no causan demasiado impacto en las articulaciones.
Ciclismo:
No solo te distrae y te muestra un panorama precioso, sino que además, fortalece los músculos de tus piernas, mejora las articulaciones y oxigena el cerebro, todo esto mientras cuidas el planeta.
Natación:
Si te gusta la sensación que deja en ti un día de sol, un tarde en la playa o los planes en medio de la naturaleza, seguramente lo tuyo es inscribirte en un programa de natación. Esta actividad trabaja con casi todos los músculos del cuerpo y mejora la postura, la coordinación y el equilibrio.
Actividades de fortalecimiento muscular:
Son actividades que ayudan a tonificar tus músculos, haciéndolos más fuertes y resistentes, y dándoles una mejor apariencia. Además, son muy recomendadas para prevenir lesiones de cualquier tipo. Practica estos ejercicios para que aquellas tareas cotidianas que te generan cierta dificultad, puedas realizarlas en menos tiempo y con más confianza en ti mismo.
Elevación de talones:
Existen diferentes técnicas para esta actividad pero la más común es ponerte de pie separando un poco tus piernas y levantar los talones por seis segundos, aproximadamente, manteniendo las rodillas estiradas.
Flexiones de brazos:
También las conocemos como “lagartijas”. Estas flexiones le aportarán fuerza a tus músculos superiores y te irán dando cada vez más resistencia para realizar otros ejercicios. ¡Son perfectas para mejorar la postura!
Actividades de estiramiento y flexibilidad:
Elimina la tensión después de una largo día o toma un pausa activa en medio de esas actividades que te hacen permanecer demasiado tiempo sentado o en una misma posición. ¡Estírate y siente cómo tu cuerpo está más relajado!
Estiramiento de cuello:
Párate o toma asiento en una posición cómoda y erguida. Inclina la cabeza suavemente hacia un lado, intentando llevar la oreja hacia el hombro, sin mover el hombro, mantén la posición por 15 segundos y luego hazlo hacia el otro lado. También puedes realizar movimientos circulares.
Estiramiento de espalda:
La postura gato-vaca es una de las más recomendadas para mejorar la flexibilidad de la columna y aliviar la tensión en la espalda. Colócate en el suelo apoyando las manos y las rodillas; luego, lo que debes hacer es arquear lentamente la espalda hacia arriba, llevando el ombligo hacia la columna, y posteriormente, invertir el movimiento, bajando el abdomen hacia el suelo mientras levantas la cabeza y la cadera.
Actividades de coordinación y equilibrio:
Todas esas actividades que hacemos a diario y que quizá no les prestamos tanta atención, como levantarnos de la cama, tomar una ducha, caminar o realizar cualquier tipo de acción, implica trabajar la coordinación y el equilibrio. Estos ejercicios son los que necesitas para evitar cualquier caída que pueda terminar en lesión.
Botar una pelota:
Si has visto cómo se juega el básquet, este ejercicio será sencillo para ti. Consiste en hacer rebotar una pelota con tus manos manteniendo un ritmo constante para luego, alternar y realizarlo con la otra mano.
Andar hacia atrás:
Caminar hacia atrás, aunque te parezca extraño, es un excelente ejercicio para mejorar el equilibrio y la coordinación. Busca un lugar amplio y seguro en el que puedas moverte con tranquilidad.
Otras actividades físicas recomendadas:
Como ya te has dado cuenta, hay todo tipo de actividades físicas que logran adaptarse a diferentes necesidades. Por aquí te compartimos otras opciones que también podrás hacer desde casa:
Entrenamiento con pesas:
¡No tienes que ir a un gimnasio para realizar este tipo de actividades! Puedes usar desde pesas caseras, hasta objetos cotidianos como botellas de agua o libros pesados para realizar ejercicios de resistencia en casa.
Tai chi:
Se trata de una antigua práctica china que combina movimientos suaves y fluidos del cuerpo con técnicas de respiración profunda. También se conoce como: “meditación en movimiento” y requiere de mucha coordinación y concentración. Entérate más sobre esta disciplina en nuestro artículo recomendado sobrel el Tai chi.
Yoga:
Existen rutinas de yoga para personas de todas las edades. Una práctica que une cuerpo, mente y respiración para traernos un bienestar completo. Inscríbete en un curso o busca rutinas para principiantes que se adapten a tu capacidad.
Actividades recreativas:
Participar en actividades como la jardinería, grupos de lectura, juegos de mesa o practicar algún deporte, ayuda a mantener la mente activa, mejora la forma en la que nos sentimos y nos impulsa a entablar relaciones con otras personas. Estas actividades además de brindar entretenimiento o relajación, resultan efectivas al reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar nuestra calidad de vida.
Si quieres estar al día con nuestras mejores recomendaciones de actividades recreativas, te invitamos a leer nuestro artículo Actividades para Adultos Mayores.
Programas y Eventos:
Si quedarte en casa no es opción para ti, ¿qué tal si te inscribes en algún programa o evento en el mientras socializas y conoces a otras personas, también estás moviendo tu cuerpo? ¡Te dejamos las siguientes opciones!
Senderismo:
Se trata de un ejercicio físico suave que te permite fortalecer tus músculos, mejorar la resistencia y aumentar la flexibilidad, todo esto mientras aprovechas los beneficios de estar rodeado de la naturaleza y una buena compañía.
Encuentros de gimnasia:
Estas sesiones combinan ejercicios suaves o de bajo impacto con diferentes estiramientos y actividades de coordinación. Son una excelente oportunidad para adultos mayores que desean sentirse activos, acompañados y que buscan mejorar su calidad de vida.
Incorporación de la actividad física en la rutina diaria:
Aunque puede significar todo un reto para aquellas personas que aún no están acostumbradas, empezar es la parte más importante, hazlo poco a poco, con actividades que no sean muy exigentes para ti o que no te demanden mucho tiempo porque puedes desmotivar fácilmente.
Caminar más:
Caminar 10 minutos al día, ¡siempre hace la diferencia! ¿Qué tal si dejas el auto y caminas hacia tu lugar de destino? ¿o si en vez de usar el ascensor bajas o subes por las escaleras? ¡Son formas de ejercitarte sin ejercitarte!
Evitar el sedentarismo:
La vida sedentaria, como pasar muchas horas mirando la televisión o durmiendo, es la principal causa de muchos problemas de salud en la edad adulta. Estas afecciones no solo están relacionadas con la pérdida de masa muscular o resistencia, sino también con otros problemas de salud mental. ¡Párate y muévete!
Participar en actividades grupales:
Cuando compartimos experiencias con otras personas, es como si nuestro corazón se recargara con energía y motivación. Por eso, únete a nuestra comunidad y participa en nuestros cursos, charlas y eventos gratuitos. Juntos, descubriremos diferentes maneras de disfrutar la buena edad, ¡manteniendo la mente y el cuerpo activos!
¡Tu salud es lo primero! Antes de comenzar cualquier actividad física, te recomendamos visitar a tu médico. Así te aseguras de que tu cuerpo está listo para dar lo mejor de sí y puedes elegir el deporte o actividad que mejor se adapta a tu estado de salud. ¡Cuida de ti y disfruta al máximo cada paso hacia un estilo de vida activo!
En ARATI siempre buscaremos darte herramientas útiles e información confiable para que puedas animarte y empezar a cambiar tus rutinas de manera positiva. Cuéntanos qué tal te ha parecido este artículo o, si tienes alguna recomendación para nosotras, déjala en la cajita de comentarios abajo. No dudes en unirte a nuestra comunidad de Amigos ARATI y disfrutar de más contenidos como éste.